El proyecto consiste en redefinir la plaza con el objetivo de conseguir la mayor integración con el entorno. Se han organizado los espacios de estancia, se ha garantizado la accesibilidad, se ha procedido a la mejora del alumbrado público, el mobiliario urbano y las condiciones del arbolado existente.
La actuación se basa en la definición de un plano horizontal, respetando las cotas de las calles perimetrales que delimitan el espacio y conservando la totalidad de los árboles existentes. La plaza se sitúa en una cota intermedia entre el punto más alto y el más bajo del ámbito. De este modo, el acceso se resuelve mediante dos escaleras, una en la cota superior y una en la inferior y dos rampas en los laterales.Esta configuración fomenta un recorrido en diagonal que conecta de forma fluida los extremos del espacio.
Se pretende transformar la plaza en un espacio alegre y acogedor, con un ligero toque de color, concebido como un verdadero salón urbano. El pavimento se ha ejecutado con piezas de tres colores que, combinadas, crean un efecto visual dinámico que acompañar al peatón. Esta elección de materiales busca realizar la estancia más amable, evocando la sensación de un espacio interior confortable.